Anquilosamiento

La rigidez del cuerpo puede ser un problema muy molesto para las personas con Fibromialgia. Las articulaciones y fibras están duras. Al aparato locomotor le falta elasticidad y puede doler el cuerpo entero.

La rigidez se aprecia nada más despertar y levantarse de la cama. Si se permanece mucho tiempo sentado o de pie sin moverse, los cambios de temperatura también afectan. La vida puede parecer más pesada, como si todo costara mucho trabajo alcanzarlo. Y la razón podría ser, por tener un cuerpo físico endurecido.

Al despertar el aparato locomotor esta frío y no deberíamos levantarnos de golpe de la cama. Es conveniente calentar el organismo para empezar con el movimiento. Para prepararnos podemos hacer unos ejercicios de movilidad tumbados en la cama. Estiramos las extremidades, podemos hacer rotaciones de muñecas y hombros. Se trata de movernos durante unos minutos. Es como si estuviésemos engrasando el cuerpo para empezar a trabajar. De esta forma, fluyen los líquidos por el cuerpo, como la circulación sanguínea calentando todo a su paso.

La Medicina Tradicional China y la Medicina Ayurveda nos dicen que no solo tenemos un cuerpo físico, sino muchos otros cuerpos energéticos. Y que nuestra salud depende del buen fluir de esas energías. Cuando movemos el cuerpo físico también movemos los otros cuerpos ya que todo esta conectado. Así que, estaremos activando nuestra estructura energética, los meridianos, chakras, centros de energías, etc. 

Los músculos, tendones y ligamentos se pueden endurecer por varias razones. La causa puede ser por tener una mala postura estando de pie, sentados o tumbados, por un golpe recibido, falta de alguna sustancia química o por falta de agua, pero, lo más seguro es que sea por una causa emocional. Las fibras se pueden contraer por una emoción no expresada.

Incluso una vértebra se puede desplazar hacia los lados o girarse por una emoción no expresada. La emoción afectaría a un músculo que al contraerse desplaza la vértebra. Si la manipulamos la vértebra y la colocamos en su sitio, normalmente se vuelve a salir por que la emoción sigue estando ahí afectando al músculo que la desplaza.

Los masajes son buenos para soltar las contracciones. El masaje será mucho más efectivo si el terapeuta sabe de Reiki o cualquier otra técnica de equilibrado energético. Cualquier técnica de concentración o de controlar las energías nos vendría bien, como, Tai Chi, yoga, Chi kung, Reiki, etc.

Es necesario dos litros de agua al día para hidratar bien el cuerpo. Hay que beberlos repartidos durante el día. No vale beber mucho de golpe ya que el cuerpo no asimilaría el agua. Beber vasos de agua repartidos durante todo el día es la mejor forma de hidratación. Dos litros son 8 vasos de agua, por lo menos 3 o 4 vasos deben de ser agua, el resto pueden ser zumos.

Hacer algo de ejercicio, por lo menos, una hora diaria andando. Antiguamente se creía que cuando teníamos una hernia discal, lo mejor era guardar reposo absoluto en cama.  Ahora se sabe por los estudios realizado que eso empeora la situación. La natación también nos viene muy bien para los problemas de espalda, pero dígale al monitor cual es su situación ya que quizás haya movimientos que no debería de hacer. Recuerde que una vida sedentaria siempre empeora la situación.

Productos naturales para la inflamación y el dolor, algunos ejemplos:

Manzanilla: es el “tranquilizante por excelencia”, uno de los más conocidos y recomendados. Se usa para tratar el dolor muscular pero también para los trastornos menstruales, las tensiones, el dolor de cabeza, la ansiedad, el estrés, los nervios, etc. Relaja los músculos que se encuentran tensos y ofrece sus propiedades anti-inflamatorias para aliviar los calambres.

Pimienta de cayena: es muy usada en los hogares para recetas de cocina y se ha comprobado que es más que eficaz para aliviar y tratar de manera eficaz y rápida los dolores producidos por calambres musculares.


Rábano: se utiliza desde tiempos remotos en su versión picante para aliviar la tensión muscular, que incluye calambres y dolores. Es preciso conseguir o realizar el aceite esencial de rábano, el cuál se mezcla con agua caliente para un baño de inmersión o bien se realizan masajes con él.

Romero: es un buen relajante y calmante muscular. En infusiones puede calmar el dolor. De igual manera podemos añadir un puñado planta seca de romero al baño, nos relajará y aliviazá.